Home » La violencia en el noviazgo | 10 Señales a Identificar
La Violencia en el noviazgo o violencia en el pololeo, le sucede a 3 de cada 10 jóvenes, según datos recogidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y, esto nos resulta alarmante. Estamos hablando que una cuarta parte de la población vive o ha vivido una relación violenta.
Cuando hablamos de violencia en el noviazgo, o violencia de pareja, nos referimos a cualquier tipo de agresión física, psicológica, mental, y hasta sexual.
Generalmente, la violencia en el noviazgo se suele implementar con el fin de dominar o mantener bajo control a la pareja. Este tipo de violencia suele comenzar de forma simple y/o hasta ingenua: comentarios incómodos, malas señas con los ojos, y un larguísimo etcétera. Luego, esta violencia puede evolucionar hasta convertirse en algún jaloneo, comentarios más ofensivos, y conforme pasa el tiempo, se incrementa.
Debes estar muy pendiente a cualquier tipo de signo y/o señal de violencia, para definir los límites a tiempo.
Siempre es saludable en cualquier relación decir las cosas en el momento justo. De modo tal, que a la primera señal tu pareja entiende que no das cabida a la violencia.
En este artículo comprenderás un poco más la violencia en el noviazgo. Pues, descubrirás la forma en la cual se manifiesta, y como puedes defenderte de la misma.
¿Qué es la Violencia en el noviazgo?
La violencia es un tipo de interacción entre individuos o grupos, mediante la cual se intenta hacer daño al otro para imponer una situación, o hacer prevalecer su interés.
Es decir, tu novio o tu novia quiere que dejes de ver a tus amigos. Ahí entra en juego un juego de violencia emocional, que puede incluir violencia física, o manipulación. De hecho, en este caso, si se usa la manipulación como hacerse el o la víctima, implica de forma directa manipulación. Por consiguiente, violencia emocional.
Desafortunadamente, la violencia entre el noviazgo se suele dar en jóvenes de ambos sexo, con edades entre los 15 y 24. Según Castro y Riquer la mayor parte de las parejas que experimentan violencia, lo hacen desde el inicio de la relación.
¿Cómo inicia la violencia en el noviazgo o violencia en el pololeo?
El libro «El Síndrome de la mujer Maltratada» escrito por Lenore. E. A. Walker detalla lo siguiente:
“El maltrato suele comenzar con conductas de abuso psicológico, difíciles de identificar porque están enmascaradas en apariencia de cariño y afecto. Estos comportamientos restrictivos y controladores van socavando la capacidad de decisión y autonomía de las mujeres (Yugueros, 2014, p.153)”.
La violencia en el pololeo, entre el noviazgo, da señales claras desde el principio.
Estamos hablando de cosas muy básicas, muy triviales, que pueden dar la apariencia de ser hasta algo gracioso, cómico, simple, insignificante. Digamos que puede empezar por la censura en tu manera de vestir, en juntarte con tus amistades, en limitar tus horarios, entre otros.
Según avanza la relación, este tipo de conductas y/o comportamientos van manipulando a la víctima sin que esta se dé cuenta. Entonces, se desarrollan dos fases importantes para el control mediante la violencia, que son: la dependencia, y el aislamiento.
Ambas, claves para que la violencia entre el noviazgo pueda ser llevada a cabo en la pareja/víctima.
Mientras más te aísles de tu mundo, dejando de juntarte con tus amigos, restringiendo tus horarios, usando la ropa que no quieres, etc… más dependiente te haces de la palabra de la tu pareja, para poder ejercer la violencia entre el noviazgo de manera más efectiva.
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Dependencia por violencia
Las personas que son víctimas de violencia en el noviazgo o con su pareja pueden desarrollar dependencia emocional. Por lo tanto, si en algún momento ponen una denuncia en la fiscalía, podrán retirarla luego por considerar que su pareja lo hace por «amor». Cuando en verdad, no es el amor lo que sientes, sino dependencia hacia tu agresor.
Aislamiento por violencia
Debes tener claro que el aislamiento es el resultado de la violencia entre el noviazgo. Si te has visto alejado/a de tus amigos, quizás debas analizar lo que sucede en tu relación.
En este punto, el agresor procura por todos los medios que su pareja este sólo en un círculo donde pueda tener a su víctima en control. Obligándola a sólo rodearse de él como agresor, o de un entorno donde la agresión esté normalizada.
Fases de la violencia entre el noviazgo
Tensión o Acumulación
En esta fase quien ejerce la violencia desaprueba comportamientos en su pareja, y hace que esta se sienta culpable. Por ende, la pareja (víctima) buscará la manera de cambiar su conducta o resarcir el hecho, para no incomodar a su pareja. Sin embargo, la forma en la cual funciona la violencia en el noviazgo sólo hace que el comportamiento de tu pareja sea más agresivo cada vez.
¿Por qué sucede esto? Sencillo… porque así es el juego de violencia. Mientras más poder tiene sobre ti tu maltratador más poder querrá. Poco a poco los comentarios de mal gusto se volverá más groseros y agresivos, llegando incluso al insulto. Con el tiempo, esta fase de la violencia en el noviazgo pasa a ser el estatus natural de la relación, pura agresión verbal emulando la capacidad del otro.
La víctima, suele sentir culpa, que es su responsabilidad, y estar perturbada por ello.
Explosión violenta
Cuando se llegue a este punto, aléjate, y busca ayuda si entiendes que es necesario.
Aquí es cuando la violencia en el noviazgo o violencia en el pololeo da paso al inicio de los golpes, patadas, agresión sexual, puñetazos, lanzar objetos, etcétera… en esta etapa es donde se producen las muertes. Además se hace presente la famosa «indefensión aprendida», que se produce cuando la víctima no se defiende del agresor. Esto se debe a todo el tiempo que estuvo bajo maltrato psicológico, donde se considera incapaz de defenderse a sí mismo/a.
Conciliación o Luna de Miel
Este punto suele venir luego de una pelea en donde la víctima resultó herida ya sea física, moral, o psicológicamente. Para que no se vaya, y para que se quede bajo el yugo, el maltratador se vuelve una buena persona. Adopta una pose generosa, promete cambios, y se vuelve amoroso.
La violencia en el noviazgo, necesita de la luna de miel, para volver a repetir el ciclo.
Escalada de la violencia
Ganada la confianza de la víctima se vuelve al primer punto de tensión y acumulación y se repite el ciclo, pero esta vez con más intensidad.
Otras tácticas de violencia
- Aislamiento: De tus familiares, de tu redes sociales, de tus amigos. Aislarte, es una forma de dejarte en total indefensión.
- Desvalorización personal: Buscando la forma de bajarte el autoestima, y hacerte sentir inseguro/a.
- Pánico y Terror: Mediante la violencia en el noviazgo se intimida para crear miedo a lo que pueda pasar.
- Culpar al otro: Para el violento, o la violenta, tú siempre serás la víctima.
- Afecto: Para crear dependencia emocional.
¿Cómo sé si hay violencia entre el noviazgo en mi relación?
Para esto debes tener muy pendiente ciertos puntos, señales, advertencias… piensa en cómo te sientes cuando estás con tu pareja. Si te sientas mal, inseguro, con miedo, desprotegido, o algo similar, entonces debes analizar bien lo que sucede.
Nunca aceptes insultos, comentarios malsanos, o imposición, aunque todo sea una broma. Acuérdate que todo siempre inicia como un juego.
Signos de violencia en el noviazgo o violencia en el pololeo
- Te exige explicaciones de todo, con lujo de detalles, e intenta controlar lo que haces.
- Insinúa que andas con alguien más y te cela constantemente para hacerte sentir culpable.
- Revisa tus pertenencias: tu diario, celular, correo electrónico, mensajes
- Critica mucho tu manera de vestir, y te pide cambiarla.
- Te compara con sus ex
- Te descalifica, te ofende.
- Cuando le exiges una explicación no responde.
- Suele desviar su culpa hacia las demás personas o hacia ti.
- No negocio en la relación, su palabra es ley y constitución.
- Te obliga a hacer sólo lo que él quiere y sino te gusta entonces estás mal.
- Como no lo quieres, según el agresor, suele amenazarte con dejarte.
- No disimula el coqueteo con otras personas.
- Debes tener sexo cuando él o ella esté dispuesto/a.