La Violencia Intrafamiliar en el Pololeo o violencia en el noviazgo, ha tenido una alta ascendencia en chile. Un sondeo efectuado por el INJUV nos muestra esta terrible realidad de la población chilena. De los jóvenes encuestados el 51% conoce a alguna víctima de violencia intrafamiliar en el pololeo.
Esta violencia puede mostrarse con:
- Humillaciones
- Insultos
- Gritos
- Empujones
- Golpe
- Tirarse cosas
¿Es la violencia en el poleo violencia intrafamiliar? Técnicamente aún no hay un matrimonio de por medio, ante la ley no son cónyuges. Sin embargo esta violencia existe, y conforme a que debe tomarse en cuenta a la hora de legislar, el congreso chileno ha tomado las cartas en el asunto al modificar la ley 20066, y el código penal. Esto para legislar sobre la violencia en el pololeo o violencia en el noviazgo.
Señales de Violencia Intrafamiliar en el Pololeo
- Celos continuos y exagerados.
- Revisar tus dispositivos electrónicos sin tu autorización
- Compararte con antiguas relaciones
- Comentarios que te restan valor
- Ofensas
- Descalificación
- Transferir la culpa a la pareja por sus acciones
- Obligarte a hacer lo que quieres
- Amenazas de romper la relación si no obedeces
- Presión para tener intimidad
¿Sólo la mujer sufre violencia en el pololeo? No, esta violencia tiene ambas direcciones, pero son las mujeres las más afectadas.
Violencia Intrafamiliar en el Pololeo
El Proyecto de Ley dice textualmente: Se entiende como violencia aquellas agresiones que se ejercen en forma física y que suelen dejar huellas externas en la persona agredida, por lo que pueden ser percibidas objetivamente por otros, como por ejemplo empujones, patadas, golpes, etcétera, causados con las manos o algún objeto o arma.
La violencia psicológica en tanto, se trata de una forma de maltrato que es más difícil de detectar que la violencia física. Supone amenazas, insultos, humillaciones y conductas de desprecio.
Fases de la Violencia
La violencia intrafamiliar en el pololeo/noviazgo, causa dependencia y aislamiento.
Fase de Acumulación y/o Tensión
En esta fase el maltratador o la maltratadora hacen que la pareja dude de sí mismo/a, desaprobando todas sus acciones o comportamientos. La pareja maltratada buscará de todas las formas posibles se solucionar la situación, creando problemas en su autoestima. Además de sentimiento de que acumulará mucho sentimiento de culpa.
Esta fase de violencia intrafamiliar en el pololeo es ejercida de manera bidireccional, tanto por hombres, mujeres, u otros géneros.
Fase de Explosión Violenta
Esta fase de la violencia intrafamiliar en el pololeo es donde se producen las agresiones físicas.
- Golpes
- Patadas
- Tirar cosas
- Agresión sexual
- Amenazas
En esta etapa se produce la indefensión aprendida, en la cual la víctima ya simplemente no se defiende de los ataques de violencia de su pareja, producto de todo el maltrato psicológico que ha venido sufriendo.
¿Qué pasa si la víctima busca ayuda al temer por su vida? El pololo y la polola le pide perdón, y pasan a la siguiente fase.
Fase de Luna de Miel o Conciliación
El o la maltratadora le promete a la víctima que no volverá a pasar, que cambiará y que aquello fue un error. Se vuelve una persona cariñosa, atenta, servicial, y «cambia». Al cabo de un tiempo, todo vuelve a ser como antes, la violencia retorna a sus aguas, y los conflictos se vuelven a manifestar.
Escalada de la Violencia
Cuando acaba la fase de luna miel, vuelve la violencia, pero esta vez será peor. Con el tiempo desaparece la luna de miel, y en la relación siempre hay un/una verdugo y siempre una víctima.
¿Qué hacer si eres víctima de Víctima de Violencia Intrafamiliar en el Pololeo?
- Denuncia. No te quedes en silencio, la violencia intrafamiliar es un mal silencioso que destruye tu autoestima.
- Pide ayuda a tus familiares.
- Acude a Terapia Online. Para reconciliarte contigo mismo/a, superar el daño causado en la relación, y cuidar tu salud mental. En Mindy, ofrecemos terapia online a bajo costo, y te ofrecemos un 50% de descuento en tu primera cita. Recupera tu paz, y recupérate a ti misma/a.
